martes, 24 de enero de 2012

*Todosantos y Fieles Difuntos.

Todosantos y Fieles Difuntos

Deidad del inframundo zapoteca
Siguiendo las creencias y tradiciones heredadas de nuestros mayores, el pueblo oaxaqueño se prepara para recibir y agasajar a las almas de sus "muertos" durante los días, 30 y 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre...
Como cada año, la campiña oaxaqueña se ha vestido de color amarillo, con sus flores de cempoalxochitl y otras variedades de flor llamada de "muerto". Esto es señal de que se acerca la fecha en que los ancestros que se nos han adelantado en el viaje sin retorno, vuelven por una concesión especial del inframundo a visitar a sus deudos.
Por ello en la mayoría de los hogares oaxaqueños se prepara con todo fervor la gran celebración a los Fieles Difuntos, esto se efectúa de manera similar en todas las poblaciones del estado, elaborando las más exquisitas viandas como el famoso mole negro oaxaqueño, los tamales de mole, el pan de yema de huevo, el chocolate atole o "espuma", la  calabaza en tacha, los tejocotes en miel, el mezcal, y toda clase de frutas regionales. En las casas se levanta un altar adornado con un arco formado por dos cañas entrelazadas al que se sujetan toda clase de frutas como nísperos, guayabas, jícamas, plátanos de castilla, limas, y flores.
Ofrenda oaxaqueña Fam. Alarzón-Salmorán
En  el "altar" u ofrenda se ponen los alimentos condimentados, cigarros, sal, agua, dulces regionales, tamales, y todo aquello que le gustaba al difunto, se encienden veladoras y velas, se ponen imágenes religiosas, las fotografías de los ausentes, y se quema abundante copal para purificar el ambiente.
Entretanto las matronas de la casa rezan impetrantes oraciones por el descanso eterno de las almas, al tiempo que entonan sentidas alabanzas...
Es costumbre muy oaxaqueña, enviar "los muertos" a compadres y amistades muy queridas, esto consiste en una canasta de asa conteniendo una muestra de lo que se hizo en casa, misma canasta que regresa igual de llena pero ahora con lo que los compadres envían en reciprocidad.
Mientras tanto en las calles de la ciudad, las comparsas de los diferentes barrios hacen su recorrido utilizando disfraces alusivos a la fecha y bailando acompañados de una banda de música de viento.
El dos de noviembre es obligatoria la visita a los panteones, visita que inicia muy temprano para adornar las tumbas con flores y veladoras y estar un buen tiempo al lado de quienes alguna vez en la vida estuvieron con nosotros. Ahí se come y se bebe, se escucha música y se hacen evocaiones de los ancestros.
Finalmente la fiesta viene a ser para los vivos, que son quienes se agasajan con los alimentos y bebidas. O sea, como dice el refrán... El muerto al pozo y el vivo al gozo!
Ven a Oaxaca, ahora y siempre un lugar lleno de magia y tradición!

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