lunes, 30 de abril de 2012

EL TRABAJO ENNOBLECE Y DA DE COMER...!


DIA DEL TRABAJO

El uno de mayo está marcado en el calendario como “El día del Trabajo” según el diccionario, trabajo es el esfuerzo personal para la producción y comercialización de bienes y/o servicios con un fin económico, que origina un pago en dinero o cualquier otra forma de retribución.

 En el Oaxaca del siglo pasado los trabajos eran por lo general artesanales y se desempeñaban en pequeños talleres, a quienes ya dominaban con toda precisión un determinado oficio se les designaba con el nombre de “maestros”, quienes ya tenían la habilidad suficiente para desempeñar el trabajo se les llamaba “oficiales” y a los que estaban en proceso de aprender un oficio se les conocía como “aprendices” y esa jerarquía era la que determinaba el salario o “raya”, misma que era pagada por regla general los días sábado por la tarde. Había talleres de cohetería, panadería, talabartería, huarachería, cuchillería, textiles, alfarería, carpintería, hojalatería, curtiduría, ladrilleria, joyería, peluquería, horticultura, carnicería, etc.

En esa época no existían los famosos sindicatos y los trabajadores estaban agrupados en gremios, es decir los que desempeñaban un mismo oficio, este tipo de agrupación era más bien de tipo religioso puesto que cada gremio tenía un santo patrón, santo que presidia sus festejos y que era transportado en andas por los agremiados durante las procesiones que se efectuaban en determinadas fechas.

Por lo anterior es que también los maestros y/o los dueños de los talleres abusaban de los trabajadores pagándoles exiguos salarios y obligándolos a cubrir prolongadas jornadas de trabajo, además que era muy extendida la práctica de “velar” o sea efectuar el trabajo en la noche, así como el uso del trabajo infantil.

En nuestra otrora hermosa y tranquila ciudad, los oficios se desempeñaban por barrios, así teníamos que en el barrio de China se dedicaban a la alfarería, en Xochimilco a los textiles, Jalatlaco se distinguió por albergar a las curtidurías y huaracherías, la Trinidad a los hortelanos, Consolación que también se denomino Coyula a los carniceros, el Marquesado a los dulceros y así por lo general. Esto le daba un aire pintoresco y muy provinciano a nuestra Oaxaca, en la actualidad no hay un sitio preciso para desempeñar determinada actividad y así podemos encontrar  talleres de los diversos oficios en todos los puntos de la ciudad.

En relación a lo anterior, cabe citar que en nuestro estado no existen grandes industrias que den ocupación a la abundante mano de obra calificada que año con año egresan de los centros de educación superior y, como se repite en las ceremonias religiosas, es justo y necesario que vengan inversionistas a establecer centros fabriles para dar empleo a la población y hacer que Oaxaca salga de su ancestral atraso.


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